La tradición es que el hombre le regala a la mujer una rosa y ella a él un libro.
Llevo casi tres años en Barcelona y nunca vi la celebración de Sant Jordi como el mes pasado (23 de Abril). Música por las calles, puestos llenos de flores y muuuuchas rosas, puestos de libros de todo tipo, globos, niños, hombres con rosas, mujeres con libros y rosas, .... Yo fui testigo desde el autobús mientras volvía de comprarle un libro a mi marido. No, no por Sant Jordi. Fue pura causalidad, ni me acordaba. Llevaba meses queriendo comprarlo y ese día lo hice.
Al verle después de trabajar me dijo: "Quería comprarte una rosa pero no he podido. De camino a casa paramos y te la compro".
Tengo que añadir que nunca hemos celebrado esto ni nos hemos regalado nada, pero este día le dio por pensar en comprarme una rosa.
"No importa, ya lo sabes" le dije. Él sonrió.
De camino a casa solo vimos un puesto con rosas y cuando quiso parar le dije " Déjalo cariño, tenías la intención y eso es lo que me importa. No necesito la rosa". Y, aunque no muy convencido, siguió.
Esa noche en casa me dijo:
- querías la rosa, ¿verdad?
- quererla claro pero no pasa nada, está bien.
Al día siguiente vinieron unos amigos a pasar el día al pueblo y, paseando, encontramos algo de música en una placita y... ¡¡un puesto de rosas!!.
Me miró y sonrió. Yo también sonreí.
Al minuto estaba aquí con una rosa,con mi rosa.
Y no pude evitar hacer esta foto ya que, sin proponerlo ni saberlo, tuvimos nuestros regalos de el día de Sant Jordi.
1 comentario:
Salam, guapa yo también he sonreido con vosotros al leer el post...Ay que romantico!
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