23.7.09

Día de playa con invitada de lujo

¡Hola mamis veraniegas!

Desde hace 15 días tenemos una invitada de honor en casa: mi hermana Penélope.
Ya que nos vemos poco durante el año (vivimos a 600 km.) este verano ha querido pasarlo con nosotros y disfrutar de su sobrinito.
Desde que está aquí estoy aprendiendo muchas cosas (al margen de tener un poco de tregua y ayuda con el bebé). Mi madre tiene pensado venir 3 semanas en Agosto pero, hasta que llegue la fecha, estamos solo los 4. Es muy divertido, como tener una hija más. A veces mi marido y yo lo hablamos y nos da la misma sensación. Tiene 11 años y, aunque ya va camino de ser una mujer, no deja de ser una niña.

Estamos muy contentos de tenerla con nosotros y Ahmed Nur no os cuento... Una compañera de juegos que no se cansa tan rápido como mamá, que no le prohibe tantas cosas y con más imaginación. ¡Una excelente compinche!

El otro día, mientras Idris trabajaba, nos fuimos los 3 a la playa. Para Ahmed Nur fue la 1º vez y le costó un ratito hacerse con la arena. Se sentía atrapado en su toalla y era muy gracioso porque, cuando hacía amago de gatear, tocaba con su manita la arena y la levantaba rápidamente con cara de ¡puaj!. Después, al ver a Penélope jugar con agua, arena, palas y cubos se fue animando. Siguió intentando salir pero le daba nosequé hasta que poco a poco, no se como, me lo vi sentado entre arena húmeda. A los 5 minutos ya estaba frente al cubo chapoteando y pringadito de arriba a abajo de arena (ojos, manos, ingles, ombligo, labios, oídos, ...) pero estaba disfrutando tanto...
También le dio por sacar sus dotes sociales y visitar toallas vecinas con sus palabras en ahmednuriano, a lo que las chicas contestaban con "¡ohhhh!", "¡que lindo!", "¡que gracioso!", "¡mira,mira!" y cosas por el estilo. Él encantado. Yo empezaba a cansarme un poco.

En fin, que después de mucho juego cayó rendido mientras tomaba tetita y se echó una buena siesta. Ahí aprovechamos mi hermana y yo para comer algo y relajarnos en las toallas leyendo un rato (ella un comic de Sailor Moon y yo el nuevo libro de Marian Keyes).

Después, para volver a casa, todo fue una odisea. Era una playa a 35 km. de Barcelona y tardamos nada más y nada menos que ¡2 horas! en llegar. Yo ya no podía más y mi pobre hermanita tampoco. Niño en el mei-tai, bolsa de playa hasta los topes, sombrilla y bolsa de juguetes. Cargadas, acaloradas y cansadas. Y yo, no se cómo, pero me quemé toda la espalda así que bueno, fue una pequeña pesadilla el volver a casa.

Al margen de eso disfrutamos mucho del sol y la playita pero espero que la próxima pueda ser con Papá Idris, lo que significa ayuda, risas y bañitos en el mar.