23.3.11

La primavera llegó

Y con ella tantas cosas...

Yo sigo con mi "reposo absoluto" de la cama al sofá, del sofá al baño, del baño al sofá. Casi un mes y mi cuerpo ya resentido. Pero lo importante es lo importante y una hace lo que tiene que hacer (o cree que es mejor).
Pronto cumpliré las 36 semanas y empezaré la 37, por lo que todo se va poniendo en su sitio y la situación es cada vez menos complicada.

La querida abu de Ahmed Nur (mi mami) llega hoy, inshAllah. Y con ella todo mejora: con su actividad, su iniciativa, su perfeccionismo, su afán de limpieza y orden, sus risas, sus cotilleos, sus silencios y melodias, ... pero, sobretodo, con su GRAN AMOR hacia nosotros. Y es que últimamente lo digo de muchas maneras pero madre no hay más que una y es única.

Y yo, mientras mi cuerpo debe permanecer en descanso casi absoluto, mi mente va sola y a una velocidad que marea. Pronto tendremos con nosotros a nuestro bebé, nuestro segundo hijo y cada vez tengo más ganas. Volveremos a los llantos incesantes que se te meten en la cabeza como una taladradora; a los cambios de pañal a menudo; a usar muñequeras; a tener todo el día a un pequeño ser pegado a tu cuerpo; a tener el pecho fuera cada dos por tres. Volveré a sentir ese amor incondicional que te hace llorar de lo enormemente grande que es; a ese lindo instante en el que unos deditos diminutos te acarician y te cogen bien fuerte, para sentir que estás ahí; a mirar desde arriba a unos ojos que van despertando mientras, relajado, toma su lechita de tu pecho.
¡Q ganas tengo de abrazarte, cielo!

¿Y qué decir del príncipe de la casa? Que mientras escribía esto me ha hecho vivir otro de los momentos maravillosos en mi vida de madre. Imitando nuestros ratos al irnos a la cama me ha dicho:

- Mami, no te preocupes. No hay por (miedo). Yo te abrazo, yo te abrazo.

Y me ha abrazado apoyándo mi cabeza en su pequeño hombro,entonces me ha dicho:

- Mami, ¿queres una galleta?
- No, gracias cariño.
- Tanca ulls (cierras los ojos)

Y ha comenzado a cantarme canciones bonitas y con una vocecita suave.
No dejaba de abrazarme fuerte y me iba mirando para ver si estaba bien.
Entonces me dice:

- Mami, a quero (te quiero).

En fín, son estos pequeños momentos los que hacen que todos los agotamientos valgan tanto la pena...
Pronto tendrá un juguetito que, en un tiempo, será su compañero(a) de juegos.
¿Cómo lo llevaremos? ¿Sabremos hacerlo bien? ¿Lo pasará muy mal? ¿Podremos hacer que se sienta igual de amado aunque su lugar en la familia tenga que ser compartido?
Tantas preguntas, temores y preocupaciones rondan mi mente a veces que hasta me hacen llorar de pequeña tristeza, pero entonces miro la foto de Mawlana y siento que todo esto es una situación tan bendita que Él, Ellos, nos ayudarán (como siempre).

Tendedero lleno de ropita talla 0-1, 1-2 meses. ¡¡Precioso!!


Ahmed Nur junto con sus amigos: mamá jirafa y bebé jirafa.

Ahmed Nur, una noche, mientras se apoyaba en la barriguita de mamá suavemente.

1 comentario:

Maryam Rosello dijo...

Salam.
Me he emocionado con el post y sobre todo con lo de Ahmed Nur!!buaaa!!
Me traes aire fresquito en los meses que tengo por delante...Me haces recordar sensaciones y emociones...Guapa que Allah te siga bendiciendo...Falta muy poquito...Abrazo