Es algo precioso descubrir que hay una conexión innata con tu bebé, que ya pareces entenderle aún sin verlo. Es chiquitín y está aquí dentro pero no tiene ningún reparo en hacerme saber (a veces con demasiada intensidad) lo que le gusta y lo que no. Por ejemplo, cuando apoyo ligeramente mi barriga en algún sitio y le "robo" espacio, se dedica a darme golpes hasta que le libero; o cuando me muevo de forma que le gusta o le relaja que, al contrario que en el otro ejemplo, se dedica a "darme la lata" cuando paro hasta que sigo o vuelvo a moverme de esa manera. ¡Que curioso verdad! Tan pequeños y ya tan inteligentes, vaya. Incluso a veces hablo con alguien y parece que me responda él.. jajaja.. a veces es que no puedo evitar hasta contestarle. Como hoy, que llega su padre de trabajar y le pregunto: "estás cansado, ¿verdad?" y empieza a moverse el renacuajo hasta que le digo "ya se que tu no". Y es que ya entiendo cuando son respuestas a estimulos externos o, sencillamente, está a su aire.
Por otro lado, cada vez me siento más orgullosa de mi barriguita aunque no del hecho de que cuanto más crece, más me cuesta andar normal.. jajajajaja... Pero lo cierto es que estoy, estamos, encantados de este precioso regalo de la Vida. Ver como va cambiando tu cuerpo, como la llegada de este nuevo Ser te va trasformando desde lo más externo hasta lo más interno de ti y, así, a muchas cosas de tu alrededor. Aún no ha nacido y su energía limpia, pura y tierna va impregnando poco a poco la casa y nuestras vidas. Ya hasta me cuesta pensar en otras cosas que no tengan que ver con él o, por supuesto, es imposible para mi hacer planes sin él.
Así que, de nuevo, doy las gracias. Las grito al viento con una sonrisa por esta maravillosa sensación de plenitud que tengo en mi pecho.
Así que, de nuevo, doy las gracias. Las grito al viento con una sonrisa por esta maravillosa sensación de plenitud que tengo en mi pecho.