31.1.08

Pequeños grandes cambios

Quedarse embarazada es una gran aventura en la que, desde dentro de ti, todo empieza a cambiar y envuelven en un espiral de cambios a todos los que están a tu alrededor.
Hasta hace un par de semanas, cada sensación era muy rara para mi pero me voy acostumbrando. Las primeras semanas notaba casi todo el día una sensación de tirantez y agujetas en el estómago. A mi marido se lo explicaba diciendole "es como si acabara de hacer 50 abdominales". A las naúseas y las cosas que me producen malestar también parece que les he pillado un poco el truquillo, aunque a veces pueden conmigo. Lo del descanso tambíen lo llevo un poco mejor, como estoy llevando un embarazo muy tranquilito, suelo tener algo más de energía que al principio. El pecho, un punto clave. Ahora es enorme y ¡me encanta! pero suuuuper sensible. Cualquier roce puede hacerme rabiar de dolor. Pensaba que tendría que esperar un poco para empezar a comprarme ropa de embarazadita (incluyendo la interior) pero creo que lo adelantaré un poco porque los sujetadores ya me molestan bastante. Me presionan y no voy nada cómoda. ¿Los leggins? todos los tengo con unos buenos tijeretazos a los lados... jajajaja.. y eso que solo voy por mi 8ª semana. ¡¡Miedo me da el 5º mes!!
Pero no solo hay cambios físicos, todo en tu vida se va adaptando y eso a veces produce un poco de shock. El otro día fui a comprar unos regalos al Corte Inglés, mientras subía las escaleras mecánicas y pasaba planta por planta, llegué a la de "Ropa interior y ropa para niños". Toda valiente fui. Empecé a pasar pasillos de ropa para nenes de 9 años, despues de 7, de 5, de 3, ... y al fondo estaba la de bebé. Mientras andaba, cuando estaba a punto de llegar, topé con una especie de tarima llena de zapatitos diminutos. Frené en secó, respiré hondo y me giré. No pude ir. Y es que soñarlo es muy fácil pero la realidad es diferente. Supongo que la faceta de mami es algo que cuesta más de asimilar que unas simples naúseas matutinas.

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