Catálogo

Bea me dio una muy buena idea referente a mi anterior entrada (¿Qué significa para mí ser doula?): poner el catálogo de las cositas que vendo. Lo veo genial para hacerlo llegar a más mamis y además, como ella dice, la mayoría de las que me leéis sois mamás también.

Lo que vendo son productos relacionados con la crianza natural: mochilas portabebés, fulares, bandoleras, pañales de tela, cojines de lactancia, cosmética natural de Weleda, ropa orgánica, etc.
Y otras cosas para la mujer como compresas de tela, la copa menstrual, cosmética natural de Weleda, perfumes, ...

Hay fotos, breve explicación de cada cosa y precio.
Podéis descargar el catálogo aquí (cliquear en "catálogo aquí).

¡Que lo disfrutéis! Y para cualquier cosa, ya sabéis, escribidme.

¡Mil gracias!

¿Qué significa para mí ser doula?

Permitirme ser lo que soy.

Una doula acompaña a la mujer en etapas y momentos tan importantes como el embarazo, parto y puerperio. Pero, en realidad, el apoyo de la doula va más allá de momentos predefinidos. Una doula está cuando se la necesita incluyendo también momentos de dolor por una pérdida o aborto, o en momentos de infertilidad y dificultad para concebir.

El trabajo de la doula no es más que el de una mujer que acompaña, ayuda y apoya a otra en todo lo referente a la maternidad.

Antes (y aún hoy en algunos rincones del mundo) existía una red femenina, un círculo entre mujeres que se cuidaban y ayudaban mutuamente. No eran necesarias las doulas y, mucho menos, las guarderías o las canguros.
Pero hoy todo es diferente. Todo es más frío y distante. Ya no hay red real ni grupo y, aunque acallemos la voz que lo pide, lo necesitamos.
Necesitamos ese colchón que acolche nuestras caidas. Esas manos que impulsen el ponernos en pie de nuevo. Esa voz sabia que te aconseja desde la experiencia, el amor y la Fe.

Yo he necesitado este apoyo, estos cuidados. Estos mimos y consejos. Y veo como tantas mujeres los necesitan también. Algunas, incluso, sin saberlo.
Es por esto que mi corazón pide ser una doula. Quiero estar ahí y ayudar. Nutrirme de ese servicio POR y PARA ÉL.
En realidad ser doula es conectar con tu lado femenino más puro y real. Es dejarte ser de una manera natural y escuchar la voz de tu intuición, que es la voz de Dios en tu corazón para guiarte y enseñarte.

Pero hoy todo cuesta dinero y es por esto que cree un pequeño catálogo con artículos naturales para la mujer -como mujer y/o como madre-, los niños y bebés.
Si Allah quiere vendiendo estas cositas podré ahorrar lo suficiente para hacer el curso de Formación de doula en Octubre. InshAllah, como Él quiera.

Primera experiencia "panadera" (Parte I)

Todo el mundo da por hecho que, como mi marido es panadero y profesor de pan, yo debo de hacer un pan riquísimo. Y cuando les digo que en mi vida he hecho un pan me miran sorprendidos exclamando "¿en seriooooo?". Sí. En serio. Nunca. Dulces, muchos. Pan, nunca.

Siempre he considerado el hacer pan como un arte, algo para lo que hay que tener mano y corazón. El proceso de un buen pan es una muy buena metáfora del camino espiritual, como bien dice Idries Shah en uno de los relatos de su libro El buscador de la verdad. Cuentos y enseñanzas sufíes.

Tengo mucho respeto a este oficio y es algo que me parece tiene taaanta baraka, que admiro muchas veces como marido lo hace.

Hace una semana me entró el gusanillo de hacer un Coca de escalivada (que aún no he hecho, dicho sea de paso) y hacerla toda yo. Una cosa llevó a la otra y, no me preguntéis cómo, pero la otra noche le dije a Idris mientras cenábamos:
- Esta semana haré un pan.

El abrió los ojos de asombro porque tiene muchas ganas de que haga pan algún día.

- Un pan de espelta. Y, aunque te parezca una tontería, lo haré con mi propia levadura madre. Empezaré una. Quiero hacer el proceso desde el principio.

Él, al contrario, me dijo que de tontería nada, que estaba muy contento y que estaba totalmente de acuerdo conmigo.
Esa misma noche comencé con "mis bichitos", como cariñosamente llamamos a la levadura natural. Yo pensaba hacerla al día siguiente pero Idris me animó diciendome que eran solo 5 minutos y así en un par de días podría seguir el proceso.
Lo hice con mucha ilusión y esta mañana ya la he alimentado por 1º vez.
Para quien le suene a chino la levadura natural no es más que agua y harina y dejar que fermente para, después de unas cuantas veces de alimentarla (renovar agua y harina), esos bichitos fermentado están activos y vivos y hacen de impulsor natural en la masa de pan.
Se alimenta unas tres veces antes de utilizarlo en la masa.

Esta noche creo que estará listo para la segunda alimentación porque ya veo burbujitas....

Ahora en casa Idris no es el único que abre un armario de la cocina para mirar un taper tapado con un trapo sonriendo. Yo también lo hago y orgullosa le digo: "son mis bichitos". Él sonríe.

Seguramente este fin de semana ya podré hacer mi primer pan.
Puede que la experiencia me guste tanto que la semana que viene repita. O puede que piense "en que movida me he metido" mientras amaso sabiendo que mi peque corre por ahí, me queda por limpiar el baño, tender y preparar todo para el trabajo del domingo. Quien sabe.
Lo que por ahora sé es que estoy muy ilusionada y reconozco que tener profesor particular a cualquier hora es algo que da mucha facilidad al reto.

Home sweet home

Bueno... ¡a ver si esta vez puedo!

El otro día me sentía taaaan orgullosa y feliz de mi casita, que me puse a hacer fotos muy contenta porque tenía la necesidad de compartirlo. Como ya sabeis, vivimos en un pueblito cerca de Montserrat y tenemos un patio que estamos intentando aprovechar al máximo (aunque aún quedan cosas por hacer).

Así que, adelante, la puerta está abierta...

Aquí teneis la pequeña jardinera que hemos hecho. Mi marido, muy manitas él, arregló un trocito de tierra, compró materiales y la hizo. ¡A mi me encanta! Incluso tenemos la protección contra Ahmed Nuris...

Y ahora os muestro nuestra pequeña plantación. En realidad, las fotos no están ordenadas como quiero ni puestas como me gustaría, pero después de estar muucho rato peleandome con blogger, he decidido que así están perfectas.. jaja...

La de la izquierda son las tres hileras que hemos plantado de acelgas. La de en medio, las lechugas y al fondo romero.

La de la derecha (que, en realidad, es la que queda a la izquierda en la jardinera) son las judías tiernas. Aquí no se ve nada pero esta mañana ya hemos visto que han empezado a romper. A ver si después puedo poneros alguna fotito.

Aquí veis una de las mentas y el clavel de moro, que Idris dice que esa planta es buena porque evita algunos insectos.

Hay un huequito vacio para plantar las zanahorias. Al lado están las albahacas y el tomillo limonero. Es la foto de la izquierda y en la de al lado se ve el fiel espacio que espera las zanahorias.

A la derecha, la lavanda. Ya estaba plantada aquí cuando vinimos y pronto saldrá.

También había orégano que, por cierto, hay que recogerlo ya para secarlo.

Esta es una planta-flor (no se muy bien) que tiene mi vecina y quedé tan maravillada que me dió para plantarla aquí y eso hice. Audhubillahi min a-shaitani rajeem, Bismillahi Rahmani Rahim y... ¡espero que crezca bien! No sé que planta es (¿Mariam?).

Y bueno, así es un trocito de nuestro patio cada día, con nuestro pequeño huerto a un lado y la super caseta de piratas de Ahmed Nur con todos los juguetes tirados, por otro.

¡Esto es salud!

Y cuando sales de casa, las vistas son estas:

el pueblito, la casita y huerto de los vecinos y, a la derecha, bien presente siempre con su peso, su magia, su belleza y su baraka, Montserrat.

PD. ¡¡Este blogger me pone de los nervios!! no hay manera de hacer que quede como lo pongo así que, sintiendolo mucho, de momento se queda así. Espero que podais verlo bien a pesar del desorden de imágenes y letras.

¡Muchos besos!

Fallo técnico

Hoy empecé a preparar la siguiente entrada pero me quedé a medias (o casi al comienzo) y por algún misterioso error se ha publicado.
¡Perdón! Ya la volveré a poner cuando esté acabada y coqueta.