12.3.10

La "resaca"

Y después de la gran nevada amanecimos así:






8.3.10

Desde el blanco rincón

¡Hola de nuevo!
Hace tan solo un mes que vinimos al pueblo pero siento como si hiciera mucho más.
Hemos cambiado el piso en la gran ciudad por una casita en un pueblo de montaña. 800 habitantes en el núcleo, casitas de máximo 3 alturas, árboles, bosque, rutas de montaña, cuestas, un par de placitas, muchas actividades y una gran presencia siempre de fondo: Montserrat, la montaña mágica.

La primera semana fue bastante dura para mí -hasta me puse enferma-; la segunda, más llevadera; la tercera, muy acostumbrada. Y ahora, aunque siguen quedando muchos detalles por afinar, me siento muy cómoda aquí. Me gusta la tranquilidad y el aire puro que se respira. Me resulta muy agradable el saludar a las personas con las que te cruzas cada día (las conozcas o no). Me siento muy acompaña y protegida aún sin -aparentemente- estarlo. Todo avanza de una manera muy positiva. Pero hoy mi corazón ha dado un vuelco cuando, a las 8 de la mañana, he visto todo blanco.
Sí, muchas de vosotras estaréis hartas de la nieve este invierno pero aquí no había nevado aún (este último mes, claro) y tampoco en Barcelona.
Hoy no deja de nevar y tenemos el pequeño jardín con más de 2 palmos de nieve (sin exagerar) y sigue.
Fuera, el espeso color blanco lo cubre todo.
Dentro, la calidez del fuego nos acompaña.
Os comparto unas fotos de este lindo día para nosotros y de estas vistas nevadas.
¡Cualquiera diría que estamos casi en primavera!