22.2.09

Bienvenidos

BRR

Hace dos semanas, un jueves de madrugada, vino al mundo Atta Allah. Un dulce y esperado bebé que hizo a sus padres muy felices. Con su tez morenita y sus rasgados ojos oscuros, enamora a quién lo mira. Un regalo del cielo que nació en la familia perfecta para él. Un bomboncito que nos enseñará muchas cosas. Un niño tan especial que te emociona, tan puro que te intimida, tan lindo que te hace sonreír.
¡Enhorabuena mami por este tesoro! Solo espero que disfrutéis mucho de él y que nosotros podamos estar a vuestro lado para hacerlo juntos.

El pasado 14 de Febrero, día de los enamorados, una joven pareja se enamoró de verdad. Alejandro Elías, una luz que vino al mundo para alumbrarles el camino y abrirles el corazón. Un niño fuerte que, con solo unos días, ya demostró el coraje de su alma. Otro regalo del cielo que ha venido a enseñarnos a todos.
Aún no he podido conocerlo pero ya le quiero y es que lo que siento por su madre también me une a él.

Dos bebés muy especiales para mi. Dos hermanas muy queridas. Dos nacimientos que me alegran el corazón.

Dios quiera que estos niños, quienes quiera que sean, nos traigan más y más bendiciones en nuestras vidas y nos ayuden a ser mejores madres, hermanas, hijas, amigas, creyentes,… personas. InshAllah así sea.

Desde aquí desearles mucha felicidad a estas supermamis y decirles que cuentan conmigo para todo lo que necesiten y esté en mi mano.
¡Os quiero!

16.2.09

Dulce amor

“Esto es amoor del buenoo.. esto es amoor, amoooooor…”

Mi príncipe y yo en el salón, abrazaditos y bailando al son de mi canto. Yo cantando me libero, él bailando se relaja. ¡Y es que le encanta! Ya sea pop, vals, funky, clásico, … toda la música le gusta y cuanto más ritmo, mejor. En eso ha salido a su papi y a su mami.

Y, mientras bailamos, le abrazo deseando aprovechar ese momento, retenerlo para siempre en mi corazón. También así por la noche cuando, a media luz, él toma pecho en la cama, acostados, juntos y entrelazados. Sus pies en mi barriga, mi brazo en su espalda, su cabeza en mi regazo y nuestras manos unidas. Yo le tarareo canciones suaves, creadas o inventadas, a la vez que acaricio sus manos. Yo me relajo, él se relaja. Él se duerme, yo también.

Y, cuando despierto, le miro. No puedo dejar de hacerlo. Un nudo sube a mi garganta y una ola hincha mi pecho, y solo tengo ganas de acurrucarme con él, abrazarlo y que el tiempo se detenga. ¡Que amor tan inmenso el que siente una madre! Tan profundo que no existe palabra que lo defina. Tan leal, tan puro, tan incondicional… Cada día me digo “estoy enamorada” y es cierto, lo estoy. De los pies a la cabeza. Sea lo que sea, haga lo que haga, lo amo. Querer se me queda pequeño.

Y cuando me mira con esos ojitos y me sonríe, el mundo desaparece a mi alrededor. Y es que mi Ahmed Nuri es lo mejor que me ha pasado. Alumbra mis peores días y, por muy mal que me encuentre, sabe como hacer que se me olvide con un pequeño balbuceo. No me cansare nunca de besarle y, en parte, me apena que el tiempo pase tan rápido.

Esta noche, mientras le acaricie, susurrare cantando:

“esto es amor, dulce amor…”

11.2.09

Los hijos


"Vuestros hijos no son hijos vuestros.
Son los hijos y las hijas de la Vida, deseosa de sí misma. Vienen a través vuestro, pero no vienen de vosotros.
Y, aunque están con vosotros, no os pertenecen.


Podéis darles vuestro amor, pero no vuestros pensamientos.
Porque ellos tienen sus propios pensamientos.
Podéis albergar sus cuerpos, pero no sus almas.
Porque sus almas habitan en la casa del mañana que vosotros no podéis visitar, ni siquiera en sueños.
Podéis esforzaros en ser como ellos, pero no busquéis el hacerlos como vosotros.
Porque la vida no retrocede ni se entretiene con el ayer. Vosotros sois el arco desde el que vuestros hijos, como flechas vivientes, son impulsados hacia delante.
El Arquero ve el blanco en la senda del infinito y os doblega con Su poder para que Su flecha vaya veloz y lejana. Dejad, alegremente, que la mano del Arquero os doblegue.

Porque, así como El ama la flecha que vuela, así ama también el arco, que es estable."


Sacado de "El Profeta" de Kalil Gibran.


7.2.09

Carta a mi marido

Hola cariño, si si, es a ti. Esta no va para el pequeñín sino para su papá. Quiero agradecerte enormemente lo mucho que estás haciendo por mí, por nosotros. Sé que estos últimos días no han sido fáciles para ninguno pero, gracias a ti, yo he podido salir poco a poco de donde me encontraba encallada. Hace años, cuando soñaba con mi "príncipe azul", tenía muy claro como quería que fuera él y nuestra relación. Ahora se que esto es mejor a lo que soñaba. Tenerte a mi lado es un gran regalo. Yo he ido cambiando desde que te conocí y cada día me siento mejor. Te siento a mi lado en cada paso que doy, en cada decisión, cada idea, sueño o pensamiento. Siento que caminas a mi lado, cogido de mi mano y, lo mejor de todo, es que se que tu sientes algo parecido. Me sorprendes a menudo y cada día te quiero un poquito más incluso, a veces, un "muchito" más. Medio año hace que nació nuestro hijo y las cosas han cambiado mucho pero se que estamos juntos en esto. Y, ¿sabes lo que más feliz me hace de todo esto? que Ahmed Nur también lo sabe. Siente, nota que estás con él en cada paso, cada cambio, cada descubrimiento. Lo sabe por como lo miras cuando te despiertas; por como lo besas cuando le cambias; por como le hablas cada ratito que tienes; por como juegas con él cuando lo bañas. Lo quieres mucho, tu corazón lo grita y él, a su cortita edad de vida, lo escucha mejor que nadie. Cada momento que te veo con él mi corazón se hace inmenso de la dicha. Una sonrisa aparece en mis labios y no puedo hacer más que quedarme ahí quieta, como testigo silencioso, mirando, entusiasmándome y contagiándome de vuestra unión, de vuestra alegría. Así que, amor mio, de nuevo GRACIAS. Gracias por estar aquí, a mi lado; gracias por tu sinceridad, tu cariño, tu apoyo, tu tiempo, tus abrazos, tu esfuerzo, tus palabras, tus caricias, tus bromas, tus comidas, tu atención, tus besos, ... Gracias por aguantarme y quererme tanto "cuando menos lo merezco" porque sabes que es "cuando más lo necesito". En estas líneas solo puedo expresar una pequeña parte de mi agradecimiento, un minúsculo gesto de mi amor pero se que tu sabrás mirar más allá, y saber lo que realmente mi corazón te dice. Gracias por este año y ocho meses de matrimonio. Gracias por este príncipe que hemos traído a la vida. Y, sobretodo, Gracias a Dios por traerte a ti a la mía. ¡Te quiero!

4.2.09

Solo un año de tu vida

Cuidamos a nuestros hijos sin esperar nada a cambio aunque, en realidad, sí lo hacemos. Esperamos que nos quieran, que nos tengan respeto como madres y que, en un futuro, valoren lo que hacemos-hemos hecho y haremos por ellos. Lo que nos hace desinteresadas es que, si esto no sucede, no cambiará nada en nuestro corazón. Puede que entristezcamos pero seguiremos amando y cuidando a nuestros hijos con toda nuestra alma.

Yo llevo unos días difíciles. Estoy muy cansada (y hablo, sobretodo, anímicamente). Siento que hay algo que no hago bien, que no funciona y no acabo de ver la solución y, las que aparecen son demasiado dificiles, demasiado desalentadoras.
Algo no está yendo como debería. Lo noto en mi, en él. Se que es un niño feliz pero necesita más paz de la que yo le doy. Necesita más actividad de la que yo le doy. Aparentemente, es fácil pero no se como hacerlo.

Él, con su sonrisa de niño travieso, con sus dulces balbuceos y sus expresivos ojitos, ha llegado a mi vida como un torbellino y siento que estoy ahí, en medio de un remolino emocional que me está desbarajustando todo. Todo está saliendo fuera, poco está en su lugar y yo estoy mareada.
Algo claro saldrá de aquí: una limpieza de mi misma. Pero, hasta que eso ocurra, hasta que pueda dar a mi bebé algo de verdad, algo que le de paz y serenidad, algo que le ayude en lo que necesita, hasta ese momento "sufro".

Hay mamás que intentan darme ánimos en cuanto al gran sacrificio que esto requiere diciéndome: "ten paciencia, al fin y al cabo lo duro es el primer año. Es solo un año de tu vida". Y yo les agradezco enormemente la intención, además se que en parte tienen razón. Pero esto no es solo un año de mi vida sino toda, mucha o poca, por la sencilla razón de que ahora mi vida es él.